Bestiario del Páramo: Risitas

BestiarioDrSiriousHola trons.

Como todo quisqui sabe, el Páramo está lleno de bichos peligrosos, que te pueden arrancar las pelotas a poco que te descuides. Normalmente la basca se va por ahí a verlas venir, sin coscarse de qué bestia se puede encontrar, y luego pasa lo que pasa. Por eso he decidido dedicar mi vida a ser un masca de estos temas, siendo Bichólogo y Mutardólogo Oficial del Gremio Electroprotéico de la Carne y el Metano de Puentechatarra (del que soy miembro fundador, y también presidente, secretario, tesorero y especialista de campo). Soy el doctor Sarious e intentaré en esta Guía de los animales, criaturas y mutaciones del Páramo realizar un estudio chachi de los bichos que pueblan nuestro mundo.

Dicen que la risa te da años de vida. ¡Y una mierda! Si empiezas a escuchar una risa en medio del Páramo más te vale correr mucho, o mejor quedarte todo tieso y no moverte o casi ni respirar. Porque una potente risa desagradable, casi cercana a la locura, tiende a significar una de estas dos cosas. O mi cuñado Julio se está riendo de uno de sus propios chistes sin puta gracia, o casi peor, un risitas está cerca.

Descripción

El risitas es una criatura de un tamaño considerable, pudiendo llegar a los 15 metros de largo incluyendo la cola, que tiene un buen tamaño. Su cuerpo está cubierto por un pelaje corto de color mierda en cualquiera de sus diferentes tonos, con unas manchas así como a topos más oscuras. La excepción es la zona de la cabeza, donde tiene una melenaza considerable, que podría ser la envidia de cualquiera. Tiene un morro muy alargado donde no hay muchos dientes, pero los que hay son unos colmillacos que acojonan al más pintado. Sus patas delanteras finalizan en unos dedos muy largos que a su vez terminan convirtiéndose en unas garras afiladas como cuchillas. No tienen ojos, por lo que son cegatos, pero lo compensan con unas enormes orejotas redondas enormemente sensibles y capaces. Tienen una lengua larga que utilizan muchas veces para guiarse, chupeteando todo antes de avanzar.

Hábitat

Los risitas suelen estar cerca de zonas bastante contaminadas, pero tampoco dentro. Es algo extraño, porque tampoco es que estén especialmente adaptados para aguantar los terrenos muy tóxicos. Debe ser que les gusta vivir al límite, porque otra cosa no me explico. Lo que sí, siempre son lugares bastante llanos y despejados. Me imagino que es porque con su ceguera les es más fácil no escoñarse.

Son seres solitarios, sin que haya llegado a ver nunca ninguna pareja o cría. Así que ni zorra idea de cómo hacen para reproducirse y esas cosas. Sigo intentando averiguar esa información.

Comportamiento

Los risitas se pasan gran parte del tiempo durmiendo. De hecho, para tener esos oídos son capaces de planchar la orejota como troncos sin que casi nada les afecte. Me imagino que tiene algo que ver con que con su tamaño no tiene demasiados depredadores de los que preocuparse. Cuando están despiertos tienden a soltar un sonido muy desagradable, enormemente parecido a una risa histérica, del que viene su nombre. Al principio pensaba que ese chillido funcionaba como un sónar por el que pueden guiarse, pero he visto a un risitas con prisa esmorrarse espectacularmente contra una roca, que porque me perseguía a mí, que si no me habría descojonado hasta vomitar. Aún así, que todos sus defectos no te engañen, ya que un risitas es un depredador temible, y si estás en su zona de caza estás en un problemón. Es capaz de escuchar tu respiración a cientos de metros, desgarrar la más potente de las armaduras y arrancarte la cabeza de un ñasco. Mi consejo es que busques la zona más escabrosa posible, donde el risitas, sobre todo si tiene prisa por alcanzarte y no puede ir tanteando con la lengua, tendrá problemas para avanzar sin espetarse con algo. Tengo la teoría de que realmente no tienen muchos dientes porque los van perdiendo con el tiempo a base de hostias con los morros.

Usos

La verdad es que no son pocas las partes que puedes aprovechar de un risitas. Su piel es dura pero a la vez trabajable, y puede curtirse para abrigos bien molones. El pelazo de la cabeza sirve para adornar ropa, pelucas, mantas… Sus garras se pueden acoplar a un mango y tienes un filo de los más efectivo.

Se de uno que se capturó para usarlo como bestia guardiana con su potente oído. Sin embargo estaba casi todo el día dormido pasando de todo, y cuando estaba despierto sólo hacía que taladrar el tímpano con sus risas insoportables. Además de que en un descuido se zampó a su dueño. Al final sus subordinados soltaron al risitas otra vez como agradecimiento por que les librara del capullo de su jefe.

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