Jornada 4:
Plan Secreto
No tardó en correr por el Páramo las historias sobre el triste acontecimiento en los truñaderos de la congregación de
Angulo, la vergüenza y la moral baja estaban haciendo mella en los todos los Ascuas que tenía a su cargo, el olor que parecía haberse quedado impregnado en los pantalones de los que se cagaron encima tampoco ayudaba mucho. Además, las heridas de
Marlo no parecían mejorar y debería recibir mejores cuidados lo antes posible. Afortunadamente, Cunnilingus parecía estar a tanto de las penurias que estaban pasando y a los pocos días apareció por el horizonte un pequeño grupo de vehículos enviados directamente desde la base principal de
Los Hijos de la Sangre Negra.
Angulo se sintió aliviado al ver una pequeña furgoneta con material médico que iba a llevarse unos días a Marlo a la base para que se recuperara como era debido de
sus graves heridas. En ella venía también por sorpresa
Osete, el cocinero de la
food truck, que al enterarse del destrozo que provocó su salsa corrompida, había traído varios botes de
Algóndibas de Tex'co (en buen estado) para intentar reparar el daño de las anteriores que trajo
Asun. Osete era realmente un
TQM (un Tipo Que Mola). Como escolta de la furgoneta vino una Chispa en su moto, una mujer impresionante, de una belleza arrebatadora, de una complexión fuerte y atlética de increíble atractivo que hizo que todos los miembros de la banda de Angulo (
con miembros me refiero a componentes, las personas vamos, malpensados) se giraran hacia ella según se bajaba de burra.
Agnes, que seguía apartada en sus pensamientos, envuelta en su tristeza interior fue la última en darse cuenta de la llegada del nuevo grupo. Solo fue cuando
Uno le lanzó un gruñido para que se fijara en los recién llegados cuando reparó en la Chispa que se había quedado apoyada en la moto. "
¿Magdalena? ¡Magdalena, estas aquí! ¡No puedo creerlo, estas aquí!" y según dijo esto y con un brillo de ilusión en los ojos salió corriendo hacia la Chispa con una expresión de júbilo y alegría que sus compañeros no habían visto nunca antes en ella. En un suspiro llegó hasta quedarse delante de ella, la miró fijamente a los ojos y con un movimiento que todavía no sabe nadie cómo lo pudo realizar le asestó una patada en el paladar a esa impresionante mujer para después hacerle una especie de llave que la lanzó lo más lejos posible de la moto. Entonces Agnes se quedó abraza a la moto en una posición casi sexual y dándole besos mientras le susurraba "
Magdalena, mi querida Magdalena, nadie volverá a separarnos de nuevo nunca jamás".
Estaba claro que la Chispa (
que había perdido algo de "encanto" después de la patada de Agnes) no iba a volverse a la base en aquella moto. Se subió a la furgona donde habían dejado a Marlo y se fueron de vuelta a la base para cuidarle como era debido. Osete en cambio prefirió quedarse unos días con la congregación para conocer un poco la gastronomía de la zona (
el tío era muy majo y buen cocinero, pero no parecía muy listo) y se pusieron a calentar la algóndibas que había traído. El aroma que desprendía la cacerola que estaba al fuego era delicioso y alimentaba solo con olerlo... lo cuál no podía traer nada bueno, una pequeña banda de Pandilleros que pasaba cerca de la zona no tardó en oler tan delicioso manjar y estaban dispuestos a montarla solo por probar aquello que olía tan bien. Jodidos pandilleros chulosplaya... Angulo levantó a todo su grupo en cuanto los vio llegar y dijo a Osete que se escondiera donde pudiera para que estuviera a salvo. Por suerte, los Pandilleros no le vieron al pasar o directamente estaban más interesados en la cacerola que en el cocinero.
De primeras los Pandilleros se quedaron parados a una distancia prudencial de todos los Sangre Negra, lo cual desconcertó un poco a
Enjuto, que ya se había colgado al hombro su lanzallamas y se había adelantado con Uno hasta la mitad de la distancia que les separaba de esos piltrafas. Pero una vez que se pararon para estudiar la situación todos los Pandilleros se pusieron en movimiento ¡Pero qué
Agilidad tenían esos cabrones! Enjuto no contaba con eso y en un momento se vio flanqueado por tres de ellos y encima uno tenía pinta de jefecillo.
En un momento y sin darse cuenta, ese jefe se plantó enfrente del Ascua y el Quemado, bastante lejos para la primera impresión de Enjuto pero el cabrón, como si fuera capaz de hacer
más acciones que el resto fue capaz de reírse en el careto de Uno con un seco pero estruendoso "
Ha, Ha, Ha!" y pegarle un disparo en
todo el pecho que le tiró varios metros para atrás. Ese disparo le dejó un buena herida que sin duda afectaría a la
Dureza del Quemado en el futuro.
Enjuto no se arrugó al verse desprotegido de su escudo humano, se aseguró que aunque estaba herido, Uno podría aguantar ahí tirado (
bueno realmente le miró de refilón y vio que seguía respirando, más o menos) y se fue corriendo hacia los dos Pandilleros que tenía delante. Pero los muy perros seguían retrasándose para no estar a la distancia suficiente del lanzallamas del Ascua. Que hijueputas eran, con esa Agilidad que poseían siempre iban un paso por delante de Enjuto. Así que este decidió lanzarles una bomba para intentar, al menos, bloquearles el paso y si les daba de pura chiripa, pues eso que ganaba... pero Enjuto no tenía la
Fuerza de Marlo y la bomba se quedó un poco antes de poder alcanzarles. Mientras se lamentaba de tan triste lanzamiento, una Pandillera en patines (
¿en patines, en serio? ¿patinar por el Páramo es posible? Vaya puta flipada de la vida) le
asaltó por la espalda y le arreó una buena ostia en las bombonas del lanzallamas ¡ESTABA LOCA ESTA TÍA O QUÉ COJONES LE PASA! El aparato de Enjuto no explotó de puro milagro (
que la Pandillera fuera afortunada y pudiera repetir la tirada de Fuerza contra Dureza ayudó un poco) pero el impactó sí que le dolió al Ascua que se cayó redondo al suelo.
Un poco antes de todo esto, Asun y Agnes (
con su viejo amor recuperado entre las piernas, Magdalena su motaca) se fueron por otro flanco para intentar rodear al grupo de Pandilleros que parecían haberse centrado en el lado de Enjuto, Uno y Angulo, el cual que se había quedado más retrasado vigilando el caldero... y el muy cabroncete parecía que se había echado al buche alguna cucharada porque estaba rumiando algo.
Nada más avanzar un poco Agnes se encontró con un pintas con un arco que le miraba fijamente. El tío parecía tener bastante más Agilidad que todos los mindundis con los que se habían encontrado hasta ahora pero solo iba armado con un triste arco y ella tenía una imponente burra y un filo medio que pedía carne de merienda. La Ascua le empezó a insultar y llamar cualquier parida que se le ocurría para provocar al arquero y que se acercara lo suficiente a ella pero no parece que funcionara mucho, el Pandillero le miraba con una sonrisa chulesca, de desprecio... qué putos mierdas les han parecido siempre los Pandilleros. Así que no supo bien reaccionar cuando el cacho carne aquel se le acercó solo dos pasos, empezó a hacer gargajillos y sin pensarlo dos veces le lanzó un escupitajo a Agnes que le dio en toda la jeta.
"
¡Un lapo! ¡Ese puto mierda hijo de mil bufamellas me ha lanzado un lapo en todo el careto! ¡Me ha tirado un puto lapo!" Agnes sentía como la furia de su interior subía a valores por encima de 9000. Enganchó el manillar de su querida burra, empezó a darle gas a todo lo que daba el motor y después de hacer ruedas de manera que Asun que estaba detrás se quedó cubierta de polvo y arena en un momento salió enciscada hacia el arquero que había sido capaz de cometer tal atrocidad. Tal fue la velocidad y el impulsó que alcanzó en un momento que el Pandillero no tuvo tiempo de reaccionar, se vio ensartado, atropellado y pisoteado por toda la rabia contenida de varias semanas por la Ascua que fue separada de su verdadero amor.
Pero Agnes estaba hiperventilando, tenía los ojos inyectados en sangre y sentía en sus sienes cada latido de su corazón, el cual parecía ir al mismo ritmo que motor de su burra. Entonces levantó la cabeza, vio a lo lejos como una jodida pandillera en patines (
¿En patines, de verdad?) golpeaba a Enjuto por la espalda y lo dejaba tirado como un muñeco. Su cabreo volvió a aumentar, si hubiera tenido pelo seguro que se hubiera elevado, de punta hacia arriba, seguramente rubio y con un haz de luz alrededor (
quien sabe) y gritando a pleno pulmón giró la empuñadura de su máquina adorada y se dirigió a toda velocidad hacia la Pandillera desprevenida. Según se acercó en el primer acelerón vio a lo lejos a Angulo, su Guardian de la Llama, su luz, su guía en este Páramo desolador y esto le dio fuerzas para poder
Darle Caña una vez más a su moto y poder embestir con más velocidad aún a la impía que se había atrevido a tumbar a su lanzallamas. La pobre Pandillera no supo ni de dónde le vino el golpe, ella solo oyó un petardeo de motor que no supo localizar a tiempo y recibió en toda la espalda la marca del neumático de Anges. Difícilmente podrá borrar de su piel esa huella.
Justo enfrente tenía a dos Pandilleros, los veía a medias tapados por la gran llamarada que se levanta del lugar en el que había explotado la bomba de Enjuto. Una Pandillera enorme y el que parecía el jefe, con gorro que le tapaba la cara pero que seguro que parecería medio retortillo. Estaba completamente encendida, ida de sí misma, solo quería sangre, necesitaba desfogar toda esa ira reprimida que tenía de tantos días y empezó a gritar a la Pandillera. Soltó tal cantidad de insultos e improperios que me resulta imposible reproducirlos. La cosa es que funcionaron, el jefe estaba decidido a asaltarla (
tenía más acciones, más fuerza y mejor arma) pero su Pandillera no pudo aguantar la provocación y asaltó a Agnes. Esta no solo fue capaz de esquivar el golpe, si no que además le arreó con fuerza a la enorme pandillera que cayó como un jodido árbol talado.
El jefe de los pandilleros no podía creer lo que acababa de pasar, se había quedado solo. Era el único de su banda que quedaba en pie ¿Qué cojones había pasado? ¿Quiénes eran estos putos fanáticos del petróleo que habían acabado con todos sus compañeros? Entonces se paró dos segundos, reflexionó y pensó "
A tomar por culo todo, yo tengo que probar esa puta cacerola que huele como la entrepierna de la Pitiusa", desenfundó su filo medio y en tres zancadas enormes se plantó delante de Agnes antes de que tocara el suelo la pobre piltrafa que acaba de golpear.
Agnes no tuvo tiempo de reaccionar, parece que el ímpetu que había puesto en cargarse a los tres anteriores pandilleros había agotado por completo sus fuerzas. Su rabia parece que se había aplacado y su alma parecía algo liberada. Si no fuera porque la última vez que lo hizo se cagó entera encima, habría relajado hasta el esfínter. Pero según veía como caía al suelo la Pandillera que le había intentado asaltar, como de la nada apareció el puto jefe que hace un momento estaba a tomar por culo de ella "
¿Como narices había corrido tanto? ¿es que es capaz de hacer tres acciones el hijo de puta? ¿qué clase de brujería es esa?" todos esos pensamientos pasaron por su cabeza mientras recibía un golpe en toda la sien que la dejó medio atontada y tirada en el suelo sin soltar su motaca. Al ver el Pandillero tanto afán por no soltar el manillar, se fijó en el filo medio que la Ascua había dejado caer por priorizar el vehículo y sin pensarlo dos veces, lo cogió y miró con una sonrisa burlesca a Agnes.
Testigo de todo esto fue el Guardián de la Llama. Angulo estaba a una distancia prudencial cuando Agnes apareció con su moto. Al ver como había caído Enjuto y habiendo tres Pandilleros con ganas de bronca tan cerca, sabía que no era rival para ellos y prefirió apartarse. Que no hubiera ninguno de sus discípulos cerca para verle una maniobra tan triste y acojonada, también ayudó bastante a tomar esa decisión. Vio como el Jefe le birló la espada a Agnes y salió por patas por donde había venido. Él tenía claro que no le iba a seguir y se fue arrimando despacito y con pasitos cortos hacia el caldero de algóndibas que, ¡Oh, los designios de Tex'co! se había quedado solo... todo para él.
Se quedó entonces dándole bien a la mandíbula cuando en un fogonazo de lucidez se dio cuenta de que no había visto a Asun. ¿Dónde se había metido la nueva? ¿Estaría bien? ¿Querría algo de comer también?
Asun, que se había quedado sola y llena de polvo después del arrebato de furia de Agnes con el arquero, se empezó a sacudir todo la arena que tenía encima. Y cuando toda la polvareda levantada por la moto empezó a bajar y pudo empezar a ver algo, se dio cuenta que ahí, detrás de ella había alguien... ¿quién era? No estaba segura, pero según se despejaba la zona, se iba vislumbrando que aquella mujer que se empezaba a dar cuenta de la presencia de Asun también era otra TQM (una Tipa Que Mola) pero de un estilo bien diferente que Osete. Y se acercó a ella.
Parecía una Pandillera, puede que viniera con ellos pero se notaba que no era parte de la banda. No le importaba mucho realmente, la miró fijamente, ella le sostuvo la mirada, una sonrisa se dibujó en la cara de cada una de ellas. No se supo nada de Asun en tres días, con sus tres noches.
